Cuando hablamos de productividad, hablamos de rendimiento. A menudo pasamos nuestros días de trabajo preocupándonos por la cantidad de acciones que realizamos, porque creemos que son éstas las que reflejan nuestra productividad.
Lo primero que debes tener en cuenta es que tu atención debe centrarse en la calidad de tus acciones, no en la cantidad.
Hay muchas distracciones a las que estamos expuestos a diario, lo que pone a prueba tu poder de concentración y tu capacidad para concentrarte en lo que te aportará más resultados.
Por lo que, si eres alguien realmente comprometido con mejorar y trabajar tu productividad, hay 5 cosas que deberías tener en cuenta:
- Enfócate
El enfoque es lo que te hará darte cuenta de lo que es realmente importante para ti. Y hay 2 cosas fundamentales que te aportarán enfoque:
Visión: cuando te paras a mirar tu agenda cada día durante 5 minutos, la visión de tu día se vuelve clara. Si alineas la visión de tu día con tu visión de la semana, del mes, del trimestre, del semestre, del año, de 10 años, tendrás más claridad.
Decir «No»: decir no tiene que ver con las decisiones y con lo que es más importante. Cuando hablamos de enfoque, ¿qué te dificulta decir que no? En la vida, si quieres ser productivo y conseguir resultados, vas a tener que decir «No» a 3 cosas:
- Personas que no están alineadas con tus objetivos, valores y visión.
- Lo que es cómodo y fácil (porque tendrás que hacer primero lo que es más difícil y lo que es más importante y prioritario).
- Distracciones que te quitan la concentración.
- Compromiso
Cuando buscas mejorar tus resultados, el compromiso es fundamental, no sólo en la productividad, sino en cualquiera otra área.
El compromiso es fácil cuando estás en tu zona de confort, lo que haces está bajo tu control y las acciones son placenteras.
La procrastinación va a ser el mayor enemigo de tu compromiso, porque la verdad es que todos procrastinamos. Es natural en los seres humanos, pero es un comportamiento, ¡no forma parte de tu identidad! Puedes cambiarlo.
Entonces, ¿cómo puedes evitar la procrastinación?:
Trayendo a tu mente las consecuencias de no hacer algo ahora. Piensa, ¿qué perderás en tu visión? ¿perjudicará a tus objetivos? Seguro que asocias más dolor a no hacerlo ahora que a hacerlo después.
- Disciplina
Es la base de la productividad. La disciplina es la base de la concentración, el compromiso, la constancia y la determinación. La disciplina siempre vence a la motivación y se crea conociendo y dándote cuenta de lo que es verdaderamente importante para ti. La disciplina consiste en cambiar el placer a largo plazo por el compromiso a corto plazo.
- Consistencia
Tu constancia es el resultado de tus hábitos y rutinas. La constancia se desarrolla a través de la repetición. Es el número de veces que repites algo lo que te hará excelente. ¿Cuáles son los hábitos y rutinas que necesitas tener para ser productivo?
- Determinación
Es lo que determina la acción. Es tu propósito, tu «¿Por qué?».
Cuando tu propósito está claro, tu enfoque también se vuelve más claro e inmediato. Puedes identificar fácilmente las áreas en las que necesitas centrarte.
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